jueves, 18 de octubre de 2007

EL ABUSO SEXUAL A MENORES

La Asociación para la Sanación y Prevención de los Abusos Sexuales en la Infancia (ASPASI)se acaba de crear en la Comunidad de Madrid para concienciar a la sociedad sobre la extensión y gravedad de este tipo de maltrato. Entre sus actividades destacan la formación de Grupos de Ayuda Mutua y Programas de Prevención en los colegios
El abuso sexual a menores. Una cuestión desconocida y silenciada--La gran mayoría de los casos se silencian porque los abusos son cometidos por miembros de la propia familia de la víctima y de su entorno más próximo, e incluso bastantes madres ocultan los hechos.-- Los abusadores suelen ser varones aparentemente normales, integrados socialmente, que desarrollan a menudo habilidades interpersonales importantes y mantiene una vida sexual normal. -- Se puede enseñar a niños y niñas a protegerse de estos abusos y decir NO a tiempo, o bien a comunicarlos cuanto antes a una persona de su confianza para que solucione el problema, reduciendo al mínimo las secuelas.Los abusos sexuales infantiles representan un problema mucho más amplio de lo que se cree, ya que una de cada 4 niñas y uno de cada 7 niños sufre, antes de cumplir los 17 años de edad, este tipo de maltrato, que sucede en todos los niveles sociales y en la mayoría de los casos lo cometen los familiares y allegados, de forma repetida. Es una problemática sobre la que hace falta concienciarse y que en un alto porcentaje de los casos, alrededor del 86 por ciento, se silencia porque los abusos son cometidos por miembros de la propia familia de la víctima y de su entorno más próximo, según datos de la recientemente creada Asociación para la Sanación y Prevención de los Abusos Sexuales en la Infancia (ASPASI). “Además de que gran parte de la sociedad niega la existencia y el elevado índice de frecuencia de este maltrato, muchas falsas creencias sobre este fenómeno lo hacen todavía más difícil de abordar”, explica la psicóloga Margarita García Marqués, una de las fundadoras de ASPASI. Es falso, por ejemplo, que el abusador sea una persona con graves patologías o con desviaciones sexuales. Por el contrario, se trata de sujetos –mayoritariamente varones- aparentemente normales, integrados socialmente, que desarrollan a menudo habilidades interpersonales importantes, y que suelen tener una vida sexual normal. Según la experta “también es habitual creer que los abusos sexuales los sufren las niñas pero no los niños, cuando esto no es así. Además, frecuentemente se asocian estos casos a ambientes muy especiales, relacionándolos con la pobreza y la baja cultura, cuando en realidad los datos confirman que están presentes en todas las clases sociales”. Asimismo es falsa la creencia de que si los abusos se produjeran en nuestro entorno más inmediato nos enteraríamos, cuando resulta que la mayor parte de los casos no son conocidos.“Aunque parece razonable creer que si la madre de un niño se enterara de que su hijo ha sido objeto de abuso sexual, no lo consentiría y lo comunicaría a alguien o lo denunciaría, lo cierto es que muchas veces no es así. En contra de lo esperado, sobre todo si el agresor es un miembro de la familia, bastantes madres ocultan los hechos”, explica Marqués.Si ya resulta preocupante que los abusos se produzcan con tanta frecuencia, no lo es menos que suelan darse de forma repetida, señalan desde ASPASI. En España el 55,8 por ciento de los casos ocurrieron una sola vez, pero el 44,2 por ciento se repitieron entre 1 y 25 veces, aumentando con ello la posibilidad de que se agravaran sus efectos sobre el niño/a abusado. Sus consecuencias inmediatas pueden ser físicas (pesadillas, cambios de hábitos de comida) y emocionales (miedo, agresividad, aislamiento). A largo plazo, algunas de las secuelas más importantes que puede acabar desarrollando la víctima van desde la anorexia, depresión, psicosis y prostitución, hasta la drogadicción, autolesiones, e incluso el suicidio.Aunque el abuso sexual infantil no es un fenómeno reciente, en los últimos años se están registrando algunas nuevas tendencias muy preocupantes. Existen indicios de un incremento de los abusos cometidos por jóvenes y adolescentes, y algunas investigaciones afirman que el 20 por ciento de las violaciones son realizadas por menores de edad. “Desde ASPASI –continua Margarita García Marqués- acabamos de iniciar un programa de prevención en los colegios de la Comunidad de Madrid, dirigido a padres, profesores y alumnos”. “Queremos enseñar a los niños y niñas a protegerse ellos mismos de estos abusos, dándoles herramientas para reconocerlos y saber decir que NO a tiempo. O bien, si el maltrato ya se ha producido, les animamos a contárselo cuanto antes a una persona de su confianza para que le dé solución al problema, reduciendo al mínimo las secuelas”, señala la experta. Otro objetivo de la campaña de prevención de ASPASI consiste en sensibilizar, nunca alarmar, a todos los que están en contacto con los niños para que estén advertidos de la existencia de este maltrato y puedan, por consiguiente, aprender a defender al niño también en este aspecto, a detectar si ha sido abusado, y a saber cómo actuar si se diera el caso.“Es importante señalar que los miedos con los que hasta ahora ha afrontado este fenómeno nuestra sociedad, generando actitudes defensivas, de rechazo y ocultamiento, lo único que consiguen es un aislamiento aún mayor de los niños, a quienes se les deja a menudo solos ante el problema”, advierteMargarita García Marqués.

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