domingo, 27 de julio de 2008

MAMA SIEMPRE ME DIJISTE QUE:

MAMA siempre me dijiste que:
De nada me sirve una buena idea, si no la comparto y no la llevo a la práctica.
De nada me sirve leer los mejores libros, si cuando me los aprendo no me sirven para ser mejor persona.
De nada me sirve decirle a mis hijos que el tabaco es malo, si yo fumo.
De nada me sirve decirle a mis hijos que las drogas son malas, si yo estoy borracho.
De nada me sirve tener un sueño si no lo llevo a cabo.
Que de nada me sirve intentar volar, si no he desarrollado mis alas primero.
PERO, MAMA, ¿de qué me sirve que me dijeras que puedo ser lo que quiera en la vida, si no me lo enseñaste y me dejate observar de ti como lo hacías?
Desde siempre, te he visto ser madre, pero:
¿Porqué no desarrollaste tus otras facetas como mujer?
¿Tus propios sueños? ¿tus ideas? ¿tus aficiones?
¿Te olvidaste de ellos, con el transcurso de los años?
¿ Porqué, cuando tus hijos crecimos, no los retomaste y nos enseñaste a VIVIR? ¿Porqué no me enseñaste como realizar un sueño, una ilusión?
¿Porqué te empeñaste en enseñarme a sufrir si eso ya lo hace la vida y muy bien?
¿ Quién te lo impidió? ¿Tú misma? ¿ O acaso tus hijos, tu marido o alguno de tus seres queridos? ¿Tanto tiempo y fuerzas te acaparamos?
Antes, cuando era un niño no me planteaba estas preguntas; quizás porque pensaba que tu estabas y estarías siempre para protegerme, cuidarme y quererme. Pero, ¿tanto nos querías? ¿tanto cómo para abandonar tus sueños?.
De verdad MAMA, GRACIAS, desde lo más hondo de mi corazón. Sin embargo, y sin que pienses que no lo agradezco, me hubiese gustado que hubieses dedicado más tiempo para ti y tus inquietudes. ¿Porqué? ¿Porqué, ni una sola vez te vi luchar por uno de tus sueños? Y después venir a decirme: “mira, así es como puedes llegar a ser lo que quieras y te propongas”.
¿Porqué, oía a la gente que te conocía de joven: si no te hubieras casado y tenido hijos hubieses sido una gran...? Y después, te oía decir que esos eran otros tiempos y que las cosas ha cambiado, que ya no sirves para eso. ¿Porqué no, si te gustaba?.
Siempre me enseñaste que debía ser una bella persona, noble, luchadora, respetuosa con los demás, que debía ayudar a todos los que me lo pidieran... y todas esa larga lista de cualidades que te definían como el mejor ser humano que he conocido y que trataste de enseñarme por medio de tu ejemplo. Como te prometí, trataré de aplicar estas cualidades lo más posible en mi vida.
Pero, ¿porqué decidiste esperar al último momento para enseñarme que eras capaz? ¿Porqué? ¿Porqué esperaste a tenernos a todos los tuyos junto a tu lecho para irte? ¿Porqué no me lo enseñaste antes y con otro ejemplo?.
Ya sé tu repuesta: por que eso era lo que te hacía feliz, y por que no necesitabas nada, sólo querías vernos felices y sanos. Pero a nosotros tus hijos siempre nos hubiera gustado que tu también lucharas por tus sueños para nosotros poder ayudarte a cumplirlos y así practicar lo que durante toda nuestra corta vida te vimos hacer. De todas formas, GRACIAS, GRACIAS POR TODO Y HASTA PRONTO MAMA.
TU HIJO.

No hay comentarios: